"DEFIENDE TU IDENTIDAD”
(1ra Corintios 2:16)
¿Quién soy? Muchas personas no pueden responder esta interrogante, ya que experimentan una crisis de identidad. Las experiencias frustrantes del pasado, las heridas profundas del alma, los complejos en la personalidad, y otros conflictos emocionales provocan la falta de una identidad saludable. Lamentablemente hay personas que experimentan una intensa cautividad espiritual, producida por el engaño de las fuerzas del mal que atormentan sus mentes. Algunos hasta toman la decisión desesperada del suicidio al no resistir esta presión infernal.
El poder transformador del evangelio de Cristo rompe todo yugo espiritual, emocional y mental producido por las tinieblas. Toda persona que se rinde al Señorío de Cristo, experimentando el nuevo nacimiento o regeneración, recibe la potestad de ser un hijo de Dios (Ro. 8:14-17; Gá. 4:4-7; Ef. 2:1-10; Col. 1:9-14; 1Jn. 3:1). Esta experiencia de salvación produce en esa persona una identidad saludable, conforme a las fieles promesas del Nuevo Pacto en Cristo Jesús (He. 8:6-13).
El creyente redimido en Cristo debe mantener su mente renovada para defender su identidad espiritual (Ro. 12:1-2; 1Co. 2:16; Ef. 4:22-24; Fil. 4:8). Bill Johnson advierte del peligro de descuidar la renovación de la mente: “Muchos de nosotros vivimos con la mente no renovada, lo cual es de poca utilidad para Dios. Una mente no renovada es como una tecla discordante en un piano. Una vez que descubres esa tecla, ya no la utilizas más porque le resta valor a la música. La pasa por alto y tocas a su alrededor. De la misma manera, las personas que se encuentran fuera de sincronización con la mente de Dios rara vez son usadas, sin importar cuán disponibles estén, porque sus pensamientos chocan con la mente de Cristo”.
Estar en Cristo nos hace participantes de la victoria del reino de Dios. La frase "en Cristo" aparece 83 veces en las Epístolas Paulinas, lo cual demuestra que vivir bajo el Señorío de Cristo es la clave para caminar en el propósito de Dios diseñado para nuestras vidas.
El Nuevo Testamento revela nuestra identidad espiritual como resultado de la experiencia de regeneración producida por el Espíritu Santo. Por la gracia de Dios creemos que somos:
* La sal de la tierra (Mt. 5:13).
* La luz del mundo (Mt. 5:14-16).
* Discípulos de Cristo (Lc. 14:27, 33).
* Hijos de Dios (Jn. 1:12-13).
* Verdaderos adoradores de Dios (Jn. 4:23-24).
* Ovejas de Cristo (Jn. 10:27-29).
* Los pámpanos de la vid (Jn. 15:5).
* Amigos de Cristo (Jn. 15:14-15).
* Testigos de Cristo (Hch. 1:8).
* Justos por la fe en Cristo (Ro. 5:1).
* Siervos de la justicia (Ro. 6:17-18).
* Herederos de Dios y coherederos con Cristo (Ro. 8:17).
* Escogidos de Dios (Ro. 8:33).
* Más que vencedores en Cristo (Ro. 8:37).
* Colaboradores de Dios (1Co. 3:9).
* Templos del Espíritu Santo (1Co. 3:16).
* Administradores o mayordomos de Dios (1Co. 4:1-2).
* Santos de Dios (1Co. 6:11).
* Heraldos del evangelio (1Co. 9:26-27).
* Miembros del cuerpo de Cristo (1Co. 12:27).
* Ministros del Nuevo Pacto (2Co. 3:6).
* Nuevas criaturas en Cristo (2Co. 5:17).
* Embajadores en el nombre Cristo (2Co. 5:20).
* Hechura de Cristo (Ef. 2:10).
* Miembros de la familia de Dios (Ef. 2:19).
* Imitadores del Señor (Ef. 5:1-2).
* Ciudadanos de los cielos (Fil. 3:20).
* La iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad (1Ti. 3:15).
* Instrumentos útiles, santificados y dispuestos para toda buena obra (2Ti. 2:21).
* Soldados de Cristo (2Ti. 2:3-4).
* Piedras vivas en la casa de Dios (1P. 2:4-5).
* Linaje escogido (1P. 2:9).
* Real sacerdocio (1P. 2:9).
* Nación santa (1P. 2:9).
* Pueblo adquirido por Dios (1P. 2:9).
* Extranjeros y peregrinos en la tierra (1P. 2:21).
* Participantes de la naturaleza divina (2P. 1:4).
* Columnas en el templo de Dios (Ap. 3:12).
* Reyes y sacerdotes de Dios (Ap. 5:10).
* La esposa del Cordero (Ap. 19:7).
(1ra Corintios 2:16)
¿Quién soy? Muchas personas no pueden responder esta interrogante, ya que experimentan una crisis de identidad. Las experiencias frustrantes del pasado, las heridas profundas del alma, los complejos en la personalidad, y otros conflictos emocionales provocan la falta de una identidad saludable. Lamentablemente hay personas que experimentan una intensa cautividad espiritual, producida por el engaño de las fuerzas del mal que atormentan sus mentes. Algunos hasta toman la decisión desesperada del suicidio al no resistir esta presión infernal.
El poder transformador del evangelio de Cristo rompe todo yugo espiritual, emocional y mental producido por las tinieblas. Toda persona que se rinde al Señorío de Cristo, experimentando el nuevo nacimiento o regeneración, recibe la potestad de ser un hijo de Dios (Ro. 8:14-17; Gá. 4:4-7; Ef. 2:1-10; Col. 1:9-14; 1Jn. 3:1). Esta experiencia de salvación produce en esa persona una identidad saludable, conforme a las fieles promesas del Nuevo Pacto en Cristo Jesús (He. 8:6-13).
El creyente redimido en Cristo debe mantener su mente renovada para defender su identidad espiritual (Ro. 12:1-2; 1Co. 2:16; Ef. 4:22-24; Fil. 4:8). Bill Johnson advierte del peligro de descuidar la renovación de la mente: “Muchos de nosotros vivimos con la mente no renovada, lo cual es de poca utilidad para Dios. Una mente no renovada es como una tecla discordante en un piano. Una vez que descubres esa tecla, ya no la utilizas más porque le resta valor a la música. La pasa por alto y tocas a su alrededor. De la misma manera, las personas que se encuentran fuera de sincronización con la mente de Dios rara vez son usadas, sin importar cuán disponibles estén, porque sus pensamientos chocan con la mente de Cristo”.
Estar en Cristo nos hace participantes de la victoria del reino de Dios. La frase "en Cristo" aparece 83 veces en las Epístolas Paulinas, lo cual demuestra que vivir bajo el Señorío de Cristo es la clave para caminar en el propósito de Dios diseñado para nuestras vidas.
El Nuevo Testamento revela nuestra identidad espiritual como resultado de la experiencia de regeneración producida por el Espíritu Santo. Por la gracia de Dios creemos que somos:
* La sal de la tierra (Mt. 5:13).
* La luz del mundo (Mt. 5:14-16).
* Discípulos de Cristo (Lc. 14:27, 33).
* Hijos de Dios (Jn. 1:12-13).
* Verdaderos adoradores de Dios (Jn. 4:23-24).
* Ovejas de Cristo (Jn. 10:27-29).
* Los pámpanos de la vid (Jn. 15:5).
* Amigos de Cristo (Jn. 15:14-15).
* Testigos de Cristo (Hch. 1:8).
* Justos por la fe en Cristo (Ro. 5:1).
* Siervos de la justicia (Ro. 6:17-18).
* Herederos de Dios y coherederos con Cristo (Ro. 8:17).
* Escogidos de Dios (Ro. 8:33).
* Más que vencedores en Cristo (Ro. 8:37).
* Colaboradores de Dios (1Co. 3:9).
* Templos del Espíritu Santo (1Co. 3:16).
* Administradores o mayordomos de Dios (1Co. 4:1-2).
* Santos de Dios (1Co. 6:11).
* Heraldos del evangelio (1Co. 9:26-27).
* Miembros del cuerpo de Cristo (1Co. 12:27).
* Ministros del Nuevo Pacto (2Co. 3:6).
* Nuevas criaturas en Cristo (2Co. 5:17).
* Embajadores en el nombre Cristo (2Co. 5:20).
* Hechura de Cristo (Ef. 2:10).
* Miembros de la familia de Dios (Ef. 2:19).
* Imitadores del Señor (Ef. 5:1-2).
* Ciudadanos de los cielos (Fil. 3:20).
* La iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad (1Ti. 3:15).
* Instrumentos útiles, santificados y dispuestos para toda buena obra (2Ti. 2:21).
* Soldados de Cristo (2Ti. 2:3-4).
* Piedras vivas en la casa de Dios (1P. 2:4-5).
* Linaje escogido (1P. 2:9).
* Real sacerdocio (1P. 2:9).
* Nación santa (1P. 2:9).
* Pueblo adquirido por Dios (1P. 2:9).
* Extranjeros y peregrinos en la tierra (1P. 2:21).
* Participantes de la naturaleza divina (2P. 1:4).
* Columnas en el templo de Dios (Ap. 3:12).
* Reyes y sacerdotes de Dios (Ap. 5:10).
* La esposa del Cordero (Ap. 19:7).
¡Dios no miente! Su bendita Palabra revela nuestra identidad cristiana, por lo tanto, debemos creerla, vivirla y defenderla con la ayuda del Espíritu Santo. La batalla espiritual de todo hijo de Dios es una experiencia inevitable en este presente siglo malo. El discípulo cristiano debe perseverar en la victoria del reino de Dios sobre las tinieblas, manteniendo la mente en Cristo. Los dardos de fuego del maligno intentan invadir nuestra mente para robar nuestra identidad cristiana, por lo tanto, debemos levantar el escudo de la fe y creer las verdades irrefutables que la Palabra de Dios revela acerca de nuestra posición en Cristo (Ef. 6:10-20). La guerra espiritual es intensa, de ahí que los verbos principales empleados en el Nuevo Testamento indican una acción continua en el presente, ayudándonos a comprender que nuestro conflicto con las tinieblas es permanente. Continuamente todo hijo de Dios debe resistir al maligno conservando su identidad y victoria en Cristo (1P. 5:6-9; Stg. 4:7). Si descuidamos la armadura de Dios estaremos vulnerables ante el ataque sutil del enemigo de nuestra alma (2Co. 2:11).
Nuestro Señor Jesucristo consumó la victoria del reino de Dios en la cruz del Calvario y la confirmó al dejar la tumba vacía (Col. 2:13-15; He. 2:14-15). Satanás y sus demonios son un enemigo derrotado y todo su poder es el engaño; por lo tanto, no debemos escuchar su voz por medio de las circunstancias adversas, sino que es necesario discernir la voz de Dios revelada en su Palabra de verdad (Jn. 10:1-5). Nuestra vida está guardada con toda seguridad en nuestro invicto Señor y Salvador (Jn. 10:27-29; Col. 3:1-4). Todo lo que Satanás quiere diseñar para destruirnos, será usado por Dios para perfeccionarnos, si mantenemos viva nuestra fe en Jesucristo. Todo está bajo el control absoluto de nuestro Señor Todopoderoso (Fil. 2:9-11; Col. 2:8-10).
Dios nos llama a cultivar la mente de Cristo para defender nuestra identidad espiritual, conservando permanentemente su victoria definitiva y absoluta en nuestras vidas (Ro. 8:31-39; 16:20; 2Co. 2:14). Defendamos nuestra identidad espiritual, proclamando con total autoridad: “Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1Co. 2:16).
¡Maranatha!
Amén.
Nuestro Señor Jesucristo consumó la victoria del reino de Dios en la cruz del Calvario y la confirmó al dejar la tumba vacía (Col. 2:13-15; He. 2:14-15). Satanás y sus demonios son un enemigo derrotado y todo su poder es el engaño; por lo tanto, no debemos escuchar su voz por medio de las circunstancias adversas, sino que es necesario discernir la voz de Dios revelada en su Palabra de verdad (Jn. 10:1-5). Nuestra vida está guardada con toda seguridad en nuestro invicto Señor y Salvador (Jn. 10:27-29; Col. 3:1-4). Todo lo que Satanás quiere diseñar para destruirnos, será usado por Dios para perfeccionarnos, si mantenemos viva nuestra fe en Jesucristo. Todo está bajo el control absoluto de nuestro Señor Todopoderoso (Fil. 2:9-11; Col. 2:8-10).
Dios nos llama a cultivar la mente de Cristo para defender nuestra identidad espiritual, conservando permanentemente su victoria definitiva y absoluta en nuestras vidas (Ro. 8:31-39; 16:20; 2Co. 2:14). Defendamos nuestra identidad espiritual, proclamando con total autoridad: “Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1Co. 2:16).
¡Maranatha!
Amén.
. "DEL SEÑOR ES EL TENER MISERICORDIA". "Del Señor , nuestro Dios , es el tener misericordia y el perdonar , aunque contra él nos hemos rebelado". (Daniel 9: 9). Daniel deja claro que lo mío y lo tuyo es la maldad, el pecado somos por naturaleza seres caóticos. Pero así como somos nosotros lo que está mal en el mundo, del mismo modo Dios es el que nos puede arreglar. Daniel lo expreso así: "Nuestra es, Señor, la confusión de rostro (...), porque contra ti pecamos. De el Señor, nuestro Dios, es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelados" (versículo 8, 9). Como yo soy lo que está mal en el mundo, entonces requiero a un Dios que tenga misericordia de mi. Esa misericordia traerá orden al caos que yo he provocado. Qué Dios continúe bendiciendo a la familia de la fe, El Conocedor de la Biblia.
🌱🥜LA BUENA SEMILLA🌱🥜
Lunes 16 Diciembre
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón.
Salmo 95:7-8
Vuelve ahora en amistad con él (Dios), y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.Job 22:21
La película de la vida
– Los niños son demasiado despreocupados para pensar en Dios o en la eternidad.
¡Hay tantas cosas que descubrir, tantos juegos que hacer! ¡Además, tienen toda la vida por delante!
– ¡Los jóvenes a menudo son demasiado seguros de sí mismos para necesitar a Dios! Muchos tienen sus ideas, sus sueños, sus planes, y piensan que nada les impedirá realizarlos.
A algunos la vida les parece dura, sin futuro, creen que el mundo va directo al desastre, ¡la crisis bloquea el horizonte! Piensan que la Biblia es para los viejos…
– Los recién casados piensan que no es el momento adecuado.
Son demasiado felices para pensar en el futuro, en la eternidad, en la muerte, en Dios.
¡La felicidad del día de hoy es suficiente!
– Como familia, los padres están muy ocupados. Deben cuidar a sus hijos, educarlos, asegurar su futuro. Hablarles del amor de Jesús sería muy útil, pero no lo hacen, para dejarles la libre elección, por “respeto” a su conciencia.
– Cuando se es mayor, ¿aún vale la pena pensar en Dios? Si llevó una vida casi recta, ¿por qué cuestionarse ahora?
– Después de la muerte… ¡es demasiado tarde! Demasiado tarde para preocuparse por su destino, demasiado tarde para creer, demasiado tarde para descubrir el amor de Dios y refugiarse en la cruz de Jesús. Demasiado tarde para salvarse… ¡eternamente demasiado tarde!
La película de su vida se está reproduciendo ahora mismo. ¿En qué secuencia está? ¡Es hora de dejar que Dios entre en su vida! ¡No tarde, no deje pasar la oportunidad! Jesús le dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).
Lectura:📖✍
Jueces 8 – Apocalipsis 9 – Salmo 143:1-6 – Proverbios 30:1-4
Lunes 16 Diciembre
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón.
Salmo 95:7-8
Vuelve ahora en amistad con él (Dios), y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.Job 22:21
La película de la vida
– Los niños son demasiado despreocupados para pensar en Dios o en la eternidad.
¡Hay tantas cosas que descubrir, tantos juegos que hacer! ¡Además, tienen toda la vida por delante!
– ¡Los jóvenes a menudo son demasiado seguros de sí mismos para necesitar a Dios! Muchos tienen sus ideas, sus sueños, sus planes, y piensan que nada les impedirá realizarlos.
A algunos la vida les parece dura, sin futuro, creen que el mundo va directo al desastre, ¡la crisis bloquea el horizonte! Piensan que la Biblia es para los viejos…
– Los recién casados piensan que no es el momento adecuado.
Son demasiado felices para pensar en el futuro, en la eternidad, en la muerte, en Dios.
¡La felicidad del día de hoy es suficiente!
– Como familia, los padres están muy ocupados. Deben cuidar a sus hijos, educarlos, asegurar su futuro. Hablarles del amor de Jesús sería muy útil, pero no lo hacen, para dejarles la libre elección, por “respeto” a su conciencia.
– Cuando se es mayor, ¿aún vale la pena pensar en Dios? Si llevó una vida casi recta, ¿por qué cuestionarse ahora?
– Después de la muerte… ¡es demasiado tarde! Demasiado tarde para preocuparse por su destino, demasiado tarde para creer, demasiado tarde para descubrir el amor de Dios y refugiarse en la cruz de Jesús. Demasiado tarde para salvarse… ¡eternamente demasiado tarde!
La película de su vida se está reproduciendo ahora mismo. ¿En qué secuencia está? ¡Es hora de dejar que Dios entre en su vida! ¡No tarde, no deje pasar la oportunidad! Jesús le dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).
Lectura:📖✍
Jueces 8 – Apocalipsis 9 – Salmo 143:1-6 – Proverbios 30:1-4
La fábula del zapato hablador
Había una vez un zapato que vivía en un armario lleno de otros zapatos: botas elegantes, sandalias ligeras y zapatillas deportivas. Este zapato tenía una peculiaridad: le encantaba hablar. Contaba historias de los lugares que había visitado, los caminos que había recorrido y los charcos que había esquivado. Sin embargo, no todos los zapatos apreciaban su entusiasmo.
"¡Calla de una vez!" le decían las botas. "Hablas demasiado y no dices nada importante".
"¿No te das cuenta de que eres un tonto?" murmuraban las zapatillas. "Deberías aprender a quedarte en silencio como nosotros".
El zapato hablador, aunque herido por las críticas, no dejó de contar sus historias. Cada noche, cuando las luces se apagaban, sus relatos llenaban el armario de imaginación. Hablaba de aventuras y descubrimientos que encendían la curiosidad de algunos zapatos más jóvenes, como una pequeña sandalia que soñaba con conocer el mundo.
Un día, un terremoto sacudió la casa y el armario se tambaleó. Los zapatos cayeron al suelo, pero solo el zapato hablador tuvo la idea de llamar al dueño de la casa. "¡Aquí estamos! ¡Nos hemos caído! ¡Ayúdanos!", gritó con todas sus fuerzas. El dueño escuchó su voz y vino a recogerlos, devolviendo el orden al armario.
Desde ese día, los demás zapatos miraron al zapato hablador con respeto. Comprendieron que hablar, aunque a veces fuera molesto, podía marcar la diferencia en los momentos importantes.
Moraleja:
Nunca temas expresarte, aunque otros te critiquen. A veces, las voces que se atreven a hablar son las que marcan la diferencia. Predique la palabra de Dios a todos las personas aunque te critiquen, (Marcos 16:15) ID por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura.
Dios les bendiga
Había una vez un zapato que vivía en un armario lleno de otros zapatos: botas elegantes, sandalias ligeras y zapatillas deportivas. Este zapato tenía una peculiaridad: le encantaba hablar. Contaba historias de los lugares que había visitado, los caminos que había recorrido y los charcos que había esquivado. Sin embargo, no todos los zapatos apreciaban su entusiasmo.
"¡Calla de una vez!" le decían las botas. "Hablas demasiado y no dices nada importante".
"¿No te das cuenta de que eres un tonto?" murmuraban las zapatillas. "Deberías aprender a quedarte en silencio como nosotros".
El zapato hablador, aunque herido por las críticas, no dejó de contar sus historias. Cada noche, cuando las luces se apagaban, sus relatos llenaban el armario de imaginación. Hablaba de aventuras y descubrimientos que encendían la curiosidad de algunos zapatos más jóvenes, como una pequeña sandalia que soñaba con conocer el mundo.
Un día, un terremoto sacudió la casa y el armario se tambaleó. Los zapatos cayeron al suelo, pero solo el zapato hablador tuvo la idea de llamar al dueño de la casa. "¡Aquí estamos! ¡Nos hemos caído! ¡Ayúdanos!", gritó con todas sus fuerzas. El dueño escuchó su voz y vino a recogerlos, devolviendo el orden al armario.
Desde ese día, los demás zapatos miraron al zapato hablador con respeto. Comprendieron que hablar, aunque a veces fuera molesto, podía marcar la diferencia en los momentos importantes.
Moraleja:
Nunca temas expresarte, aunque otros te critiquen. A veces, las voces que se atreven a hablar son las que marcan la diferencia. Predique la palabra de Dios a todos las personas aunque te critiquen, (Marcos 16:15) ID por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura.
Dios les bendiga
"LOS PLANES DE DIOS NO TERMINAN EN EL DESIERTO"
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.”
(Jeremías 29:11).
“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.”
(Jeremías 29:11).
*"Te alabaré con todo mi corazón"*.
"Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo". (Salmo 9:1-2)
¿Qué significa alabar a Dios con todo el corazón? En un mundo lleno de distracciones, preocupaciones y responsabilidades, puede parecer un desafío encontrar un espacio para una alabanza genuina y profunda. Sin embargo, el salmista David nos invita a ir más allá de las palabras y los cantos: nos llama a rendir nuestro corazón entero al Señor. La alabanza verdadera no es un acto vacío, sino una respuesta agradecida y sincera a las maravillas de Dios en nuestras vidas.
Imagina esto: una madre que ha estado orando fervientemente por la salud de su hijo y un día ve cómo Dios responde con sanidad. O un joven que, tras sentirse perdido en su propósito, encuentra una nueva dirección gracias a la guía divina. En esos momentos, alabar con todo el corazón se vuelve casi inevitable, porque el gozo de la obra de Dios nos llena por completo.
Pero ¿qué sucede en los días grises? ¿Qué pasa cuando las circunstancias no son favorables? La alabanza sincera también se levanta en esos momentos, porque no está basada en lo que sentimos, sino en quién es Dios: fiel, justo y amoroso. Es un acto de fe que transforma nuestra perspectiva y nos recuerda que, aunque todo parezca incierto, Dios sigue siendo digno de nuestra alabanza.
Hoy, reflexiona en las maravillas que Dios ha hecho en tu vida. Haz memoria de Su bondad, de las puertas que abrió, de los milagros que realizó. Que tu corazón se llene de gratitud y que esa gratitud se convierta en una alabanza viva, constante y apasionada.
Oración: "Amado Señor, hoy vengo ante Ti con un corazón lleno de gratitud. Te alabo por cada maravilla que has hecho en mi vida, por cada puerta que abriste y por cada camino que iluminaste. Tú eres digno de toda gloria y honor, no sólo en los días de alegría, sino también en los momentos de prueba.
Enséñame a alabar con todo mi ser, a dejar de lado las distracciones y preocupaciones y a centrarme únicamente en Ti. Que mi corazón sea un altar donde tu nombre sea exaltado siempre. Ayúdame a recordar que mi alabanza no depende de mis circunstancias, sino de tu fidelidad inquebrantable.
Gracias, Señor, por tu amor que nunca falla, por las promesas que se cumplen en tu tiempo perfecto y por el gozo que encuentro en tu presencia. Hoy elijo alabarte con todo lo que soy, porque Tú eres digno, ahora y siempre. Amén".
Aplicación práctica:
- Haz una lista de bendiciones: Dedica unos minutos a escribir todo lo bueno que Dios ha hecho en tu vida. Desde las cosas pequeñas hasta los grandes milagros, reflexiona en Su bondad.
- Canta una alabanza: Encuentra un momento en tu día para cantar o escuchar una canción que exalte el nombre de Dios. No te preocupes por tu voz; lo que importa es la sinceridad de tu corazón.
- Comparte tu gratitud: Cuenta a alguien cercano cómo Dios ha obrado en tu vida. Tu testimonio puede inspirar a otros a alabar también.
- Alaba en medio de las pruebas: Cuando enfrentes desafíos, recuerda que Dios sigue siendo digno de tu alabanza. Ora y confía en que Él tiene el control de cada situación.
Que cada día sea una oportunidad para alabar a Dios con todo tu corazón. Su fidelidad merece siempre nuestra más sincera gratitud.
"Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo". (Salmo 9:1-2)
¿Qué significa alabar a Dios con todo el corazón? En un mundo lleno de distracciones, preocupaciones y responsabilidades, puede parecer un desafío encontrar un espacio para una alabanza genuina y profunda. Sin embargo, el salmista David nos invita a ir más allá de las palabras y los cantos: nos llama a rendir nuestro corazón entero al Señor. La alabanza verdadera no es un acto vacío, sino una respuesta agradecida y sincera a las maravillas de Dios en nuestras vidas.
Imagina esto: una madre que ha estado orando fervientemente por la salud de su hijo y un día ve cómo Dios responde con sanidad. O un joven que, tras sentirse perdido en su propósito, encuentra una nueva dirección gracias a la guía divina. En esos momentos, alabar con todo el corazón se vuelve casi inevitable, porque el gozo de la obra de Dios nos llena por completo.
Pero ¿qué sucede en los días grises? ¿Qué pasa cuando las circunstancias no son favorables? La alabanza sincera también se levanta en esos momentos, porque no está basada en lo que sentimos, sino en quién es Dios: fiel, justo y amoroso. Es un acto de fe que transforma nuestra perspectiva y nos recuerda que, aunque todo parezca incierto, Dios sigue siendo digno de nuestra alabanza.
Hoy, reflexiona en las maravillas que Dios ha hecho en tu vida. Haz memoria de Su bondad, de las puertas que abrió, de los milagros que realizó. Que tu corazón se llene de gratitud y que esa gratitud se convierta en una alabanza viva, constante y apasionada.
Oración: "Amado Señor, hoy vengo ante Ti con un corazón lleno de gratitud. Te alabo por cada maravilla que has hecho en mi vida, por cada puerta que abriste y por cada camino que iluminaste. Tú eres digno de toda gloria y honor, no sólo en los días de alegría, sino también en los momentos de prueba.
Enséñame a alabar con todo mi ser, a dejar de lado las distracciones y preocupaciones y a centrarme únicamente en Ti. Que mi corazón sea un altar donde tu nombre sea exaltado siempre. Ayúdame a recordar que mi alabanza no depende de mis circunstancias, sino de tu fidelidad inquebrantable.
Gracias, Señor, por tu amor que nunca falla, por las promesas que se cumplen en tu tiempo perfecto y por el gozo que encuentro en tu presencia. Hoy elijo alabarte con todo lo que soy, porque Tú eres digno, ahora y siempre. Amén".
Aplicación práctica:
- Haz una lista de bendiciones: Dedica unos minutos a escribir todo lo bueno que Dios ha hecho en tu vida. Desde las cosas pequeñas hasta los grandes milagros, reflexiona en Su bondad.
- Canta una alabanza: Encuentra un momento en tu día para cantar o escuchar una canción que exalte el nombre de Dios. No te preocupes por tu voz; lo que importa es la sinceridad de tu corazón.
- Comparte tu gratitud: Cuenta a alguien cercano cómo Dios ha obrado en tu vida. Tu testimonio puede inspirar a otros a alabar también.
- Alaba en medio de las pruebas: Cuando enfrentes desafíos, recuerda que Dios sigue siendo digno de tu alabanza. Ora y confía en que Él tiene el control de cada situación.
Que cada día sea una oportunidad para alabar a Dios con todo tu corazón. Su fidelidad merece siempre nuestra más sincera gratitud.
🌱🥜LA BUENA SEMILLA🌱🥜
Martes 17 Diciembre
Quédate conmigo, no temas… pues conmigo estarás a salvo.1 Samuel 22:23
El Señor te guardará de todo mal; el guardará tu alma.Salmo 121:7
Protección personal
La inseguridad actual hace que cada vez sea más necesario el uso de guardaespaldas para proteger a personajes famosos y públicos.
Es lo que llamamos protección personal.
Pero el peligro forma parte de la vida de todos, y en cualquier momento puede golpear tanto a los débiles como a los fuertes. ¿Con quién contar para estar protegido?
Para el cristiano, que también está expuesto a todo tipo de peligros, la protección más personal es la de Dios.
Él no se adormece ni duerme (Salmo 121:3); su protección siempre está en acción, incluso si permite que el cristiano pase por pruebas.
Dios nunca se cansa ni se distrae, y su fiel protección es válida contra todos los ataques físicos, pero también, y especialmente, contra los de Satanás, el enemigo de nuestras almas. Desde que el pecado entró en el mundo, Satanás ha sido un adversario que merodea “buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).
Cristianos, nos enfrentamos a un enemigo mucho más fuerte e inteligente que nosotros.
Pero el Señor Jesús lo derrotó en la cruz, y siempre podemos refugiarnos en él.
Dios extiende su escudo sobre los suyos, sobre todos los que confían en él.
Establece un cerco de protección alrededor de cada uno de ellos, cerco que Satanás no puede romper (Job 1:9-10).
Vivamos cerca de Jesús y no temamos los ataques del enemigo.
Jesús mismo intercede por nosotros.
Él le aseguró a su discípulo Pedro que lo defendería: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lucas 22:31-32).
Lectura:📖✍
Jueces 9:1-29 – Apocalipsis 10 – Salmo 143:7-12 – Proverbios 30:5-6
Martes 17 Diciembre
Quédate conmigo, no temas… pues conmigo estarás a salvo.1 Samuel 22:23
El Señor te guardará de todo mal; el guardará tu alma.Salmo 121:7
Protección personal
La inseguridad actual hace que cada vez sea más necesario el uso de guardaespaldas para proteger a personajes famosos y públicos.
Es lo que llamamos protección personal.
Pero el peligro forma parte de la vida de todos, y en cualquier momento puede golpear tanto a los débiles como a los fuertes. ¿Con quién contar para estar protegido?
Para el cristiano, que también está expuesto a todo tipo de peligros, la protección más personal es la de Dios.
Él no se adormece ni duerme (Salmo 121:3); su protección siempre está en acción, incluso si permite que el cristiano pase por pruebas.
Dios nunca se cansa ni se distrae, y su fiel protección es válida contra todos los ataques físicos, pero también, y especialmente, contra los de Satanás, el enemigo de nuestras almas. Desde que el pecado entró en el mundo, Satanás ha sido un adversario que merodea “buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).
Cristianos, nos enfrentamos a un enemigo mucho más fuerte e inteligente que nosotros.
Pero el Señor Jesús lo derrotó en la cruz, y siempre podemos refugiarnos en él.
Dios extiende su escudo sobre los suyos, sobre todos los que confían en él.
Establece un cerco de protección alrededor de cada uno de ellos, cerco que Satanás no puede romper (Job 1:9-10).
Vivamos cerca de Jesús y no temamos los ataques del enemigo.
Jesús mismo intercede por nosotros.
Él le aseguró a su discípulo Pedro que lo defendería: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lucas 22:31-32).
Lectura:📖✍
Jueces 9:1-29 – Apocalipsis 10 – Salmo 143:7-12 – Proverbios 30:5-6
¿Quieres ser mi vecino?
🍈🫐🍈🫐🍈🫐🍈🫐🍈🫐
Una vez pregunté en clase si les gustaría tener a Jesús de vecino.
—A mí no me gustaría —admitió Dan—. ¿Cómo podría divertirme si me observara todo el tiempo?
—Yo me sentiría culpable cada vez que encendiera la televisión o me pelease con mi hermana —dijo Jenny.
La mayoría de los demás alumnos estuvieron de acuerdo con los dos que habían hablado.
Por alguna razón pensaban que una persona tendría que ser casi perfecta para sentirse cómoda en presencia de Jesús.
Pero, ¿es esa la manera en que la gente se sentía cuando Jesús vivía en la tierra? Muchos de los seguidores más cercanos de Jesús pertenecían a la clase de personas que no gustan a tus papás.
Eran lo que se llamaría mala gente.
Pero les encantaba estar con él.
Un hombre estaba tan controlado por Satanás que tenía asustado a todo su pueblo, pero después de que Jesús lo liberó del control de Satanás, el hombre no quiso separarse de Jesús.
En lugar de sentirse culpable en presencia de Jesús, se sentía satisfecho y seguro.
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. —Juan 15:9
¿Y qué decir de María Magdalena? En los tiempos bíblicos, las mujeres tenían muy poco valor en la sociedad.
Pero las mujeres como María, bueno, eran lo peor de lo peor.
Si alguien hubiese querido vivir lejos de Jesús, esa debería haber sido María.
Aunque le costaba horrores separarse de él.
¿Recuerdas cuando Marta se quejaba a Jesús de que María descuidaba sus obligaciones en la cocina? Jesús lo sabía todo de María pero, a diferencia de todo el mundo, no la miraba con desprecio.
Ella nunca vio que la mirase con espíritu de crítica.
De él solo recibía amor, aceptación y esperanza.
¿No es eso lo que andamos buscando?
En lugar de huir de Jesús cuando hacemos algo que está mal, deberíamos correr hacia él.
Ya murió por nuestros pecados.
Espera para perdonarnos y liberarnos del control de Satanás.
Creo que me gustaría un vecino como Jesús.
Por Renee Coffee
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Una vez pregunté en clase si les gustaría tener a Jesús de vecino.
—A mí no me gustaría —admitió Dan—. ¿Cómo podría divertirme si me observara todo el tiempo?
—Yo me sentiría culpable cada vez que encendiera la televisión o me pelease con mi hermana —dijo Jenny.
La mayoría de los demás alumnos estuvieron de acuerdo con los dos que habían hablado.
Por alguna razón pensaban que una persona tendría que ser casi perfecta para sentirse cómoda en presencia de Jesús.
Pero, ¿es esa la manera en que la gente se sentía cuando Jesús vivía en la tierra? Muchos de los seguidores más cercanos de Jesús pertenecían a la clase de personas que no gustan a tus papás.
Eran lo que se llamaría mala gente.
Pero les encantaba estar con él.
Un hombre estaba tan controlado por Satanás que tenía asustado a todo su pueblo, pero después de que Jesús lo liberó del control de Satanás, el hombre no quiso separarse de Jesús.
En lugar de sentirse culpable en presencia de Jesús, se sentía satisfecho y seguro.
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. —Juan 15:9
¿Y qué decir de María Magdalena? En los tiempos bíblicos, las mujeres tenían muy poco valor en la sociedad.
Pero las mujeres como María, bueno, eran lo peor de lo peor.
Si alguien hubiese querido vivir lejos de Jesús, esa debería haber sido María.
Aunque le costaba horrores separarse de él.
¿Recuerdas cuando Marta se quejaba a Jesús de que María descuidaba sus obligaciones en la cocina? Jesús lo sabía todo de María pero, a diferencia de todo el mundo, no la miraba con desprecio.
Ella nunca vio que la mirase con espíritu de crítica.
De él solo recibía amor, aceptación y esperanza.
¿No es eso lo que andamos buscando?
En lugar de huir de Jesús cuando hacemos algo que está mal, deberíamos correr hacia él.
Ya murió por nuestros pecados.
Espera para perdonarnos y liberarnos del control de Satanás.
Creo que me gustaría un vecino como Jesús.
Por Renee Coffee
*BENDICIONES DE LO ALTO PARA TODOS*
> *Salmos 51:15* _"Señor, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza."_ 🙌✨
_¡Tu tienes poder de tus palabras! 💬💖 Cada vez que hablas de Cristo, llenas el mundo de luz y esperanza. 🌍💡_
_Tu puedes cambiar la vida de aquellos que te rodean._
_¡Deja que tu voz se eleve! 🎶🎉 Habla de su amor, comparte su verdad y sé un ejemplo de gozo y alegría. 💪❤️_
_¡Vamos, alábalo con todo tu ser! Exalta su nombre, prédica el evangelio y canta con gozo al Señor 🙏_
🅢⃞🅘⃞🅖⃞🅤⃞🅔⃞ 🅔⃞🅛⃞ 🅒⃞🅐⃞🅝⃞🅐⃞🅛⃞
> *Salmos 51:15* _"Señor, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza."_ 🙌✨
_¡Tu tienes poder de tus palabras! 💬💖 Cada vez que hablas de Cristo, llenas el mundo de luz y esperanza. 🌍💡_
_Tu puedes cambiar la vida de aquellos que te rodean._
_¡Deja que tu voz se eleve! 🎶🎉 Habla de su amor, comparte su verdad y sé un ejemplo de gozo y alegría. 💪❤️_
_¡Vamos, alábalo con todo tu ser! Exalta su nombre, prédica el evangelio y canta con gozo al Señor 🙏_
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🌱🥜LA BUENA SEMILLA🌱🥜
Jueves 19 Diciembre
Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro… En tu presencia hay plenitud de gozo… Tu rostro buscaré, oh Señor.Salmos 4:6, 16:11, 27:8
Dios: su rostro (7)
Es frecuente hallar referencias al rostro de Dios en todo el Antiguo Testamento.
Lo vemos especialmente en la historia de Moisés.
Dios lo había escogido para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto, para darle la ley del pacto y conducirlo a la tierra prometida.
Moisés tenía una relación íntima con Dios. “Hablaba el Señor a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Éxodo 33:11).
Así pudo cumplir con la misión que se le había encomendado.
Cuando amamos a alguien, nos agrada verlo.
David oró: “Tu rostro buscaré, oh Señor” (Salmo 27:8).
Era la expresión de un amor real, de un intenso deseo de comunión.
El rostro de Dios es Dios mismo, vuelto hacia el hombre, manifestado a este mundo a través de su Hijo Jesucristo, quien dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
El primer versículo de hoy evoca la luz de la presencia divina. Esta luz ilumina a todo creyente, pone al descubierto nuestros pensamientos, nuestras acciones, nuestras intenciones. Es urgente buscar su rostro recibiendo su mensaje de gracia: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).
Entonces pasamos de la oscuridad a la luz. “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Estamos, pues, invitados a vivir en la verdad y el gozo de su presencia, para reflejar algo de esa luz en nuestro alrededor.
La piel del rostro de Moisés resplandecía, porque él había hablado con Dios (Éxodo 34:29, 35).
¡Qué testimonio tan impresionante para los que lo vieron!
(fin)
Lectura:📖✍
Jueces 10:1-11:11 – Apocalipsis 12 – Salmo 144:9-15 – Proverbios 30:10
Jueves 19 Diciembre
Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro… En tu presencia hay plenitud de gozo… Tu rostro buscaré, oh Señor.Salmos 4:6, 16:11, 27:8
Dios: su rostro (7)
Es frecuente hallar referencias al rostro de Dios en todo el Antiguo Testamento.
Lo vemos especialmente en la historia de Moisés.
Dios lo había escogido para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto, para darle la ley del pacto y conducirlo a la tierra prometida.
Moisés tenía una relación íntima con Dios. “Hablaba el Señor a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Éxodo 33:11).
Así pudo cumplir con la misión que se le había encomendado.
Cuando amamos a alguien, nos agrada verlo.
David oró: “Tu rostro buscaré, oh Señor” (Salmo 27:8).
Era la expresión de un amor real, de un intenso deseo de comunión.
El rostro de Dios es Dios mismo, vuelto hacia el hombre, manifestado a este mundo a través de su Hijo Jesucristo, quien dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
El primer versículo de hoy evoca la luz de la presencia divina. Esta luz ilumina a todo creyente, pone al descubierto nuestros pensamientos, nuestras acciones, nuestras intenciones. Es urgente buscar su rostro recibiendo su mensaje de gracia: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).
Entonces pasamos de la oscuridad a la luz. “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Estamos, pues, invitados a vivir en la verdad y el gozo de su presencia, para reflejar algo de esa luz en nuestro alrededor.
La piel del rostro de Moisés resplandecía, porque él había hablado con Dios (Éxodo 34:29, 35).
¡Qué testimonio tan impresionante para los que lo vieron!
(fin)
Lectura:📖✍
Jueces 10:1-11:11 – Apocalipsis 12 – Salmo 144:9-15 – Proverbios 30:10