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“Si Gaza cae, el mundo cae. Habrán ganado los más violentos y bárbaros”.

Eric Cantona, siempre en nuestro equipo.
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Quentin Tarantino se ha vuelto viral, y no es por el estreno de una película, sino por su apoyo a Israel mientras comete un genocidio.
Este fin de semana, una activista propalestina increpó al director mientras cenaba en un restaurante de Nueva York. "Tarantino, ¿por qué eres un sionista de mierda?"
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¿Te imaginas que el presidente del parlamento alemán rompiera la fotografía de una víctima del nazismo? Pues el presidente del Parlament balear ha roto la fotografía de una víctima del franquismo. Es lo que tiene tener a franquistas en las instituciones.
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¿Buscas piso? Pues aquí tienes dos maravillosas propuestas para que puedas independizarte.

Si tus padres son ricos, podrán regalarte un lujoso ático en pleno centro con todo lo necesario para que tus reuniones sociales sea lo más. Y si eres de familia trabajadora, podrás hipotecarte de por vida para vivir en un estupendo zulo en el que no entras de pie.
Después de décadas de ocupación, el 100% de la población palestina ha sido forzada a abandonar sus hogares y ahora enfrenta un peligro inminente de muerte por el asedio de Israel. A pesar de esta alarmante realidad, RTVE ha decidido enfocar su cobertura en el sufrimiento del 5% de la población israelí. Esto es más grave al tratarse de una televisión pública, pagada por todas y todos.

Esta situación pone en evidencia una asimetría preocupante en la cobertura mediática. El blanqueo mediático, donde se minimizan o ignoran las dificultades y sufrimientos de las y los palestinos mientras se amplifican las preocupaciones de Israel, distorsiona la percepción pública de la realidad. Este sesgo no solo deshumaniza a los afectados gravemente, sino que también moldea la opinión pública.

La prensa tiene un poder inmenso en la formación de opiniones y actitudes. Al elegir qué historias contar y cómo contarlas, los medios pueden influir en la empatía, la solidaridad y la acción política de sus audiencias.

Hagamos un llamado urgente a los medios de comunicación para que ejerzan su poder con responsabilidad y equidad, reflejando la realidad sin colores, ideologías o simpatías. Solo con una cobertura justa y balanceada podremos avanzar hacia una comprensión más profunda y humana de la actualidad.
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Fuego al activismo.

El local que tenían el Sindicato de Inquilinas de Tenerife en la localidad de San Isidro, en Granadilla de Abona, Tenerife, se consumía este fin de semana en llamas. Alguien había entrado y le había prendido fuego hasta reducirlo todo a cenizas.

Este local, además de servir de punto de encuentro del sindicato que defiende los derechos de quienes alquilan viviendas, también era utilizado como almacén de libros, ropa o juguetes que luego eran donados por las familias más necesitadas que acuden al sindicato. Ahora todo ha quedado devastado por las llamas.

Desde el Sindicato tienen claro quienes son los culpables. Según relatan desde su cuenta de Twitter, “sólo tenemos unos enemigos confesos: la empresa Desokupa”, que “han llegado a grabarse en la puerta del mismo local amenazando a los miembrxs del sindicato y al propio local”. Matizan, eso sí, que se trata de "un empresa de desokupas, es decir, una empresa dedicada a la desokupacion, no nos referimos concretamente a la empresa conocida como Desokupa”.

¿Cuánto es el odio que tienes dentro para quemar el local de una gente que solo pretende ayudar a los más desfavorecidos? Desde aquí todo nuestro apoyo a este colectivo.

El odio no puede ganar.
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Verdades y mentiras

Siempre la misma frase: "Es que ya no se puede decir nada". Curiosamente, siempre lo dicen desde un programa con una audiencia millonaria. Irónico, eh. Juan Diego Botto nos habla de ello y de cómo, mientras los conservadores se lamentan porque no pueden hablar libremente, son los progresistas y activistas quienes son amenazados por la extrema derecha en actos públicos sin que nadie haga nada.

Imprescindible reflexión.
1901 días: Assange es libre

Assange está en libertad tras más de cinco años encarcelado en una prisión de máxima seguridad.

"Julian Assange está libre. Ha abandonado la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en la mañana del 24 de junio, tras haber pasado allí 1.901 días. El Tribunal Superior de Londres le ha concedido la libertad bajo fianza y ha sido puesto en libertad en el aeropuerto de Stansted por la tarde, donde embarcó en un avión y ha partido de Reino Unido", reza un comunicado de Wikileaks en Twitter (X).

Es una victoria del activismo, de la protesta social, de la denuncia de injusticias. Ahora, no nos olvidemos de Pablo González.
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Nos venden a la guerra, pero quienes tendrán que ir son los hijos e hijas de la clase trabajadora. Construyen un relato interesado para que no nos quejemos cuando eleven de nuevo el gasto en defensa a costa de la sanidad, la educación o las pensiones. Felipe VI, si quieres una guerra, échate la escopeta de tu padre al hombro y vete tú. Aquí solo queremos paz.

Lo cuenta el gran Néstor Prieto, nuestro analista internacional de cabecera
En un contexto donde la interesada narrativa sobre la "ocupación ilegal" de viviendas suena cada vez más fuerte, parece que estamos perdiendo de vista algunos detalles. Algunos medios y altavoces se apresuran a pintar un panorama donde los "okupas" parecen más una plaga apocalíptica que una realidad estadística. Pero, ¿qué pasa cuando esos "okupas" son ancianas, familias monoparentales y niños que ven cómo su alquiler se dispara de 500 a 1500 euros mensuales porque un fondo buitre ha decidido que puede exprimir un poco más el edificio que acaban de adquirir?

Con más de 26,000 desalojos realizados con orden judicial en 2023, mayormente por situaciones de alquiler, uno podría pensar que el problema es grave. Sin embargo, es interesante notar que los desahucios son muchísimo más frecuentes que las ocupaciones ilegales, que representan apenas el 0.06% de las viviendas en España. De hecho, es 180 veces más probable ser desahuciado que encontrar a alguien ocupando tu propiedad sin permiso.

Es hora de ajustar el foco y ver la realidad de las cifras. En España, con más de 25 millones de viviendas, aquellos hogares con problemas reales de ocupación ilegal son apenas una gota en un océano inmobiliario. Además, en lugares como Andalucía, la ocupación ilegal ha alcanzado sus cifras más bajas, aún con las alarmas sonando en campaña por parte de ciertos grupos políticos. La ocupación ilegal, aunque debe ser abordada, está lejos de ser el monstruo que algunos intentan pintar. Así que la próxima vez que escuches hablar de "okupas", quizás valga la pena indagar un poco más allá de los titulares.
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Ya es oficial: las 6 sindicalistas de la pastelería La Suiza de Xixón han sido condenadas a 3 años y medio de prisión. Se trata un paso más en la criminalización de los movimientos sociales y sindicales, abriendo de par en par la puerta a la persecución policial y judicial del sindicalismo y la lucha social.
La extraña austeridad de Milei

Es un espectáculo bochornoso de autoengrandecimiento y despilfarro. Javier Milei sigue demostrando que su presidencia es más un circo mediático que un ejercicio serio de liderazgo. Con nueve viajes al extranjero en apenas siete meses, este presidente argentino ha decidido ignorar las urgencias de su país, optando en cambio por pasearse por capitales extranjeras, acompañado de su eterna comitiva familiar y bajo el manto de una agenda ultraliberal que parece más interesada en las cámaras y los aplausos que en los verdaderos problemas de Argentina. Entre galas y premios de dudosa procedencia, como el falso reconocimiento del Instituto Liberal de Praga, Milei se empeña en vender una imagen de éxito y progreso que es brutalmente desmentida por las cifras de una economía en caída libre y un pueblo cada vez más empobrecido.

Milei, al igual que figuras controvertidas como Donald Trump, Bolsonaro, Meloni o Le Pen (o Ayuso), pretende ocultar su incapacidad con bravuconadas y espectáculos mediáticos. Declara abiertamente que aspira a premios Nobel mientras su gobierno navega en el caos, ignorando deliberadamente las voces críticas tanto en el ámbito local como internacional. Esta actitud no solo es una falta de respeto hacia los ciudadanos y ciudadanas que sufren las consecuencias de sus políticas, sino que también es un peligroso precedente de cómo el populismo de derecha juega con las esperanzas y necesidades de la gente para mantenerse en el poder.

La realidad de Milei, lejos de los flashes y las ovaciones, es un recordatorio crudo de que el liderazgo requiere más que retórica; necesita acciones concretas y compromiso con el bienestar de los gobernados y gobernadas, algo que este presidente parece haber olvidado por completo.
Dictadura Meloni: así pretende consolidarse en el poder tras el batacazo de las municipales.

A pesar de la estabilidad de la que habla Felipe González, el pueblo es soberano y la ultra Meloni se ha pegado un batacazo en las municipales italianas. Sin entrar ya en lo que supone que esta seguidora de Mussolini esté en el poder y que algunos parece que no ven el peligro aunque lo tengan delante, vamos a analizar qué pretende hacer ahora Meloni para no volver a perder unas elecciones. Estabilidad, que diría González.

La ultraderechista propone una reforma constitucional introduciendo el "premierato", una elección directa del primer ministro, debilitando la democracia en el Parlamento y reduciendo las prerrogativas del presidente de la República. Más de 200 juristas han firmado una declaración en contra de la reforma, advirtiendo que pone en riesgo el equilibrio entre los poderes del estado. Meloni defiende que la reforma dará estabilidad a las instituciones y devolverá a los ciudadanos el derecho de elegir directamente a su líder. Curioso que ella proponga una reforma que directamente solo le beneficia a... ella.

Esta reforma podría permitir que figuras populares ganen elecciones y controlen el Parlamento, desestabilizando el sistema democrático. Es el juego de la extrema derecha, lo hemos visto en España con Alvise, consiguiendo escaños en el Parlamento Europeo a base de elevar su figura en torno a bulos en su canal de Telegram. Pero no es el único: Trump, Bolsonaro, Milei, Le Pen... todos quieren jugar al mismo juego, ganando popularidad a través de Fake News y populismo barato.

Solo el pueblo salva al pueblo: Italia debe detener el fascismo.
https://youtu.be/hW0NscdoPOY
2024/06/26 16:39:40
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