Los tesoros más grandes no son cosas, son sentimientos como la admiración, el respeto, la fortaleza o la lealtad, estas cosas no se pueden comprar, deben construirse.
Si tienes los mismos pensamientos y sentimientos, seguirás creando la misma realidad de siempre.
A las circunstancias no le importan nada tus emociones. No hay ninguna cantidad de ira, de lamento, de vergüenza, de preocupación, que vayan a cambiar las cosas.
Cuánto tiempo ahorra el que no se da la vuelta para ver lo que dice, hace o piensa su vecino.
El mayor acto de amor propio es hacer lo que tienes que hacer, incluso cuando no tienes ganas de hacerlo.
Toda la teoría del universo está dirigida infaliblemente hacia un solo individuo, y ese eres Tú.
Mientras más uno estudia es más sencillo, porque a medida que estudia descubre la grandeza de su ignorancia.
A veces, las cosas pueden no salir como quieres, pero el esfuerzo debe estar allí de todas maneras.
El único medio de salir ganando de una discusión es evitarla.
Mejor es dar paso a un perro, que ser mordido por él al disputarle ese derecho. Ni aún matando al perro se curaría la herida.
Mejor es dar paso a un perro, que ser mordido por él al disputarle ese derecho. Ni aún matando al perro se curaría la herida.
Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle.
Hasta que una persona no toma responsabilidad sobre su propia vida, no puede generar ningún cambio.
El peor hábito que puedes eliminar es el de ser el mismo de siempre y el mejor que puedes adoptar es el de expresar lo divino a través de ti.