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Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
✍🏻𝖯𝗋𝗈𝗏𝖾𝗋𝖻𝗂𝗈𝗌 𝟦:𝟤𝟥
Mantener nuestros corazones bajo control es esencial para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios. No que nuestros sentimientos nos guíen, sino que prestemos atención a lo que entra en nuestro corazón. Estudiemos la Palabra de Dios para asegurarnos de que nuestros oleajes emocionales sean conformes a ella. Cuidemos nuestros corazones, ¡guarden sus corazones!
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Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
✍🏻𝖯𝗋𝗈𝗏𝖾𝗋𝖻𝗂𝗈𝗌 𝟦:𝟤𝟥
Mantener nuestros corazones bajo control es esencial para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios. No que nuestros sentimientos nos guíen, sino que prestemos atención a lo que entra en nuestro corazón. Estudiemos la Palabra de Dios para asegurarnos de que nuestros oleajes emocionales sean conformes a ella. Cuidemos nuestros corazones, ¡guarden sus corazones!
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Meditación :
En la travesía de la vida, a menudo nos encontramos con obstáculos inesperados: una relación rota, una dificultad o un revés que nos debilita. Durante esos momentos, puede ser tentador pensar que el amor de Dios está lejos de nosotros o incluso que ha dejado de existir. Pero en esos instantes de duda, es esencial recordar cuán inmenso es el amor de Dios hacia nosotros.
Podríamos preguntarnos cómo un Dios amoroso permite las adversidades en nuestras vidas, pero los caminos de Dios no se asemejan a los nuestros. Lo que consideramos una pérdida de trabajo injusta, podría ser en realidad la protección amorosa de Dios. Podemos creer que el final de una relación es una carga, cuando podría ser Dios cerrando una puerta para que pueda traer a alguien nuevo a nuestras vidas.
En los momentos difíciles, debemos decidir creer que somos objeto de un amor divino y generoso, sin importar lo que estemos enfrentando en esta vida. Su amor por nosotros no tiene fin. Este amor sin igual existía antes de que naciéramos y persistirá incluso más allá de la muerte. Toma aliento y ten la certeza de que el amor de Dios por ti es eterno.
Oración:
Amado Dios, Te agradezco por Tu amor desbordante hacia mí. Ayúdame a confiar y creer que Tu amor por mí es profundo, especialmente en temporadas difíciles. En el nombre de Jesucristo, oro. Amén.
En la travesía de la vida, a menudo nos encontramos con obstáculos inesperados: una relación rota, una dificultad o un revés que nos debilita. Durante esos momentos, puede ser tentador pensar que el amor de Dios está lejos de nosotros o incluso que ha dejado de existir. Pero en esos instantes de duda, es esencial recordar cuán inmenso es el amor de Dios hacia nosotros.
Podríamos preguntarnos cómo un Dios amoroso permite las adversidades en nuestras vidas, pero los caminos de Dios no se asemejan a los nuestros. Lo que consideramos una pérdida de trabajo injusta, podría ser en realidad la protección amorosa de Dios. Podemos creer que el final de una relación es una carga, cuando podría ser Dios cerrando una puerta para que pueda traer a alguien nuevo a nuestras vidas.
En los momentos difíciles, debemos decidir creer que somos objeto de un amor divino y generoso, sin importar lo que estemos enfrentando en esta vida. Su amor por nosotros no tiene fin. Este amor sin igual existía antes de que naciéramos y persistirá incluso más allá de la muerte. Toma aliento y ten la certeza de que el amor de Dios por ti es eterno.
Oración:
Amado Dios, Te agradezco por Tu amor desbordante hacia mí. Ayúdame a confiar y creer que Tu amor por mí es profundo, especialmente en temporadas difíciles. En el nombre de Jesucristo, oro. Amén.