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¡Dios les bendiga!
Miércoles 18 de Diciembre 2024
«Nosotros somos colaboradores al servicio de Dios». 1 Co 3.9
TRABAJEMOS JUNTOS
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La Biblia dice que debemos amarnos, honrarnos y trabajar juntos. Entonces, ¿por qué no lo hacemos? ¡Nuestro ego! Nos gusta pensar que podemos hacer todo por nosotros mismos, ¡pero no es la realidad! El filántropo Andrew Carnegie afirmó: «Das un gran paso en tu desarrollo cuando te das cuenta de que otras personas pueden ayudarte a hacer un trabajo mejor que el que puedes hacer solo». Después de adiestrar a sus discípulos para el ministerio, Jesús los envío de dos en dos; ¡no hubo llaneros solitarios! ¿Por qué? Por muchas razones: para evitar que se desviaran del camino, para rendir cuentas los unos a los otros, para animarse mutuamente cuando las cosas se pusieran difíciles y para compensar una debilidad con una fortaleza correspondiente. Todos tenemos «puntos ciegos» y necesitamos a alguien con visión 20/20 en esas áreas que nos ayude a ver las cosas de la manera correcta. Como se registra en Éxodo 17, cuando Moisés levantaba los brazos (simbolizando la ayuda de Dios), los ejércitos de Israel prevalecían contra los amalecitas. Sin embargo, cuando Moisés se cansaba y bajaba sus brazos, Israel comenzaba a perder la batalla. ¿Cuál fue la solución? «Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol. Fue así como Josué derrotó al ejército amalecita» (Éx 17.12-13). Medita en estas preguntas: ¿Quién está sosteniendo tus brazos? ¿Qué brazos estás tú sosteniendo?
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¡Dios les bendiga!
Miércoles 18 de Diciembre 2024
«Nosotros somos colaboradores al servicio de Dios». 1 Co 3.9
TRABAJEMOS JUNTOS
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La Biblia dice que debemos amarnos, honrarnos y trabajar juntos. Entonces, ¿por qué no lo hacemos? ¡Nuestro ego! Nos gusta pensar que podemos hacer todo por nosotros mismos, ¡pero no es la realidad! El filántropo Andrew Carnegie afirmó: «Das un gran paso en tu desarrollo cuando te das cuenta de que otras personas pueden ayudarte a hacer un trabajo mejor que el que puedes hacer solo». Después de adiestrar a sus discípulos para el ministerio, Jesús los envío de dos en dos; ¡no hubo llaneros solitarios! ¿Por qué? Por muchas razones: para evitar que se desviaran del camino, para rendir cuentas los unos a los otros, para animarse mutuamente cuando las cosas se pusieran difíciles y para compensar una debilidad con una fortaleza correspondiente. Todos tenemos «puntos ciegos» y necesitamos a alguien con visión 20/20 en esas áreas que nos ayude a ver las cosas de la manera correcta. Como se registra en Éxodo 17, cuando Moisés levantaba los brazos (simbolizando la ayuda de Dios), los ejércitos de Israel prevalecían contra los amalecitas. Sin embargo, cuando Moisés se cansaba y bajaba sus brazos, Israel comenzaba a perder la batalla. ¿Cuál fue la solución? «Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol. Fue así como Josué derrotó al ejército amalecita» (Éx 17.12-13). Medita en estas preguntas: ¿Quién está sosteniendo tus brazos? ¿Qué brazos estás tú sosteniendo?
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¡Dios les bendiga!
Jueves 19 de Diciembre 2024
«El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado». Sal 51.17NTV
EL PROCESO DE QUEBRANTAMIENTO (1)
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El quebrantamiento es el proceso por el que Dios nos despoja del orgullo y la autosuficiencia para que pueda brillar en nosotros el carácter de Cristo. No significa necesariamente que tengamos que pasar por alguna tragedia. Muchas personas sufren tragedias y no se acercan a Dios. El asunto con el quebrantamiento no es tanto tus circunstancias sino tu respuesta. ¿Qué está tratando Dios de enseñarte? El quebrantamiento es cuando Dios te despoja de tu autosuficiencia al punto de que no te quedan fuerzas para arreglarte a ti mismo. Cuando Él bloquea todas las salidas que tratas de tomar y te das cuenta de que solo Él es la respuesta, haces un descubrimiento que transforma tu vida. ¿Cuál es? Cuando Dios es lo único que tienes, ¡Dios es lo único que necesitas! La verdad es que el poder de Dios está reservado para los que han renunciado a tratar de hacer o lograr algo por su cuenta o para sus propios fines. Fíjate en las palabras «el sacrificio que sí deseas». Un sacrificio es algo que tiene que morir en el altar. Por lo tanto, si quieres experimentar un nuevo nivel de la gracia y del poder de Dios en tu vida tienes que estar dispuesto a morir al interés propio, el ego y la independencia. Para que una planta germine del suelo, la semilla tiene que romperse. Después de un encuentro transformador con Cristo en el camino a Damasco, Pablo oró: «Señor, ¿qué quieres que yo haga?» (Hch 9.6 RVR60). ¿Estás hoy día en un proceso de quebrantamiento? Estas son tus opciones: (1) resistirte; (2) correr; o (3) responder: «Sí, Señor».
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¡Dios les bendiga!
Jueves 19 de Diciembre 2024
«El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado». Sal 51.17NTV
EL PROCESO DE QUEBRANTAMIENTO (1)
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El quebrantamiento es el proceso por el que Dios nos despoja del orgullo y la autosuficiencia para que pueda brillar en nosotros el carácter de Cristo. No significa necesariamente que tengamos que pasar por alguna tragedia. Muchas personas sufren tragedias y no se acercan a Dios. El asunto con el quebrantamiento no es tanto tus circunstancias sino tu respuesta. ¿Qué está tratando Dios de enseñarte? El quebrantamiento es cuando Dios te despoja de tu autosuficiencia al punto de que no te quedan fuerzas para arreglarte a ti mismo. Cuando Él bloquea todas las salidas que tratas de tomar y te das cuenta de que solo Él es la respuesta, haces un descubrimiento que transforma tu vida. ¿Cuál es? Cuando Dios es lo único que tienes, ¡Dios es lo único que necesitas! La verdad es que el poder de Dios está reservado para los que han renunciado a tratar de hacer o lograr algo por su cuenta o para sus propios fines. Fíjate en las palabras «el sacrificio que sí deseas». Un sacrificio es algo que tiene que morir en el altar. Por lo tanto, si quieres experimentar un nuevo nivel de la gracia y del poder de Dios en tu vida tienes que estar dispuesto a morir al interés propio, el ego y la independencia. Para que una planta germine del suelo, la semilla tiene que romperse. Después de un encuentro transformador con Cristo en el camino a Damasco, Pablo oró: «Señor, ¿qué quieres que yo haga?» (Hch 9.6 RVR60). ¿Estás hoy día en un proceso de quebrantamiento? Estas son tus opciones: (1) resistirte; (2) correr; o (3) responder: «Sí, Señor».
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ʟᴀ ɢʀᴀɴᴅᴇᴢᴀ ᴅᴇʟ sᴇʀ ʜᴜᴍᴀɴᴏ ᴇsᴛᴀ́ ᴇɴ sᴇʀᴠɪʀ ᴄᴏɴ ᴀᴍᴏʀ.
ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs ᴇs ʟᴀ ᴄᴏᴍᴜɴɪᴄᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴍᴀ́s ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴀ, ʟᴀ ᴇɴᴇʀɢɪ́ᴀ ϙᴜᴇ ɴᴏs ᴍᴜᴇᴠᴇ ᴀ ᴀᴍᴀʀ ᴀ ᴏᴛʀᴏs, ᴀ ᴘᴇʀᴅᴏɴᴀʀ, ᴀ ʀᴇᴄᴜᴘᴇʀᴀʀɴᴏs ʏ ᴀ ᴅᴀʀ ᴍᴀ́s.
ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs ᴇs, ᴇɴ ʀᴇsᴜᴍᴇɴ, ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴘᴇʀᴍɪᴛɪᴍᴏs ϙᴜᴇ ᴇ́ʟ ᴏʙʀᴇ ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇ́s ᴅᴇ ɴᴏsᴏᴛʀᴏs ᴘᴏʀϙᴜᴇ ɴᴏs ᴅᴀᴍᴏs ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ᴅᴇ ϙᴜᴇ ᴇ́ʟ ɴᴏs ᴄʀᴇᴏ́ ʏ ᴀ ᴇ́ʟ ɴᴏs ᴅᴇʙᴇᴍᴏs ᴇɴ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ʏ ᴀʟᴍᴀ
ɴᴏ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴇs ғᴀ́ᴄɪʟ ᴀᴍᴀʀ ᴀ ʟᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs, ᴇʟ ᴘᴇʀᴅᴏ́ɴ ʏ ʟᴀ ғɪᴅᴇʟɪᴅᴀᴅ, ғᴏʀᴍᴀɴ ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇʟ ᴘʀᴏᴄᴇsᴏ ᴅᴇ ᴍᴀɴᴛᴇɴᴇʀsᴇ ᴇɴ ᴄᴏᴍᴜɴɪᴏ́ɴ ᴘʟᴇɴᴀ ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ʏ ʟᴀ ʟᴜᴢ ᴅᴇ ᴅɪᴏs.
_ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴅᴇᴄɪᴅɪᴍᴏs ᴀᴍᴀʀ ᴇɴ ᴠᴇᴢ ᴅᴇ ᴏᴅɪᴀʀ, ᴅᴇᴍᴏsᴛʀᴀᴍᴏs ɴᴜᴇsᴛʀᴀ ʀᴇʟᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴄᴏɴ ᴇʟ sᴇɴ̃ᴏʀ ʏ ʀᴇғʟᴇᴊᴀᴍᴏs sᴜ ғᴜʟɢᴏʀ ᴀɴᴛᴇ ϙᴜɪᴇɴᴇs ɴᴏs ʀᴏᴅᴇᴀɴ._
«ᴅɪᴏs ᴇs ʟᴜᴢ, ʏ ɴᴏ ʜᴀʏ ɴɪɴɢᴜɴᴀ ᴛɪɴɪᴇʙʟᴀ ᴇɴ ᴇ́ʟ»
_(1 ᴊᴜᴀɴ 1:5)._
_ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴅᴇᴄɪᴅɪᴍᴏs ᴀᴍᴀʀ ᴀ ʟᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs sᴇ ᴍᴜᴇsᴛʀᴀ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ ᴄᴏ́ᴍᴏ ᴇs ᴅɪᴏs._
ᴘᴇʀᴍɪᴛᴇ ϙᴜᴇ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs ʟʟᴇɴᴇ ʜᴏʏ ᴛᴜ ᴠɪᴅᴀ. ᴀ́ʙʀᴇʟᴇ ᴛᴜ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ.
*ᴅɪᴏs ᴛᴇ ʙᴇɴᴅɪɢᴀ .ʙᴜᴇɴᴀs ɴᴏᴄʜᴇs.🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍
ʟᴀ ɢʀᴀɴᴅᴇᴢᴀ ᴅᴇʟ sᴇʀ ʜᴜᴍᴀɴᴏ ᴇsᴛᴀ́ ᴇɴ sᴇʀᴠɪʀ ᴄᴏɴ ᴀᴍᴏʀ.
ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs ᴇs ʟᴀ ᴄᴏᴍᴜɴɪᴄᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴍᴀ́s ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴀ, ʟᴀ ᴇɴᴇʀɢɪ́ᴀ ϙᴜᴇ ɴᴏs ᴍᴜᴇᴠᴇ ᴀ ᴀᴍᴀʀ ᴀ ᴏᴛʀᴏs, ᴀ ᴘᴇʀᴅᴏɴᴀʀ, ᴀ ʀᴇᴄᴜᴘᴇʀᴀʀɴᴏs ʏ ᴀ ᴅᴀʀ ᴍᴀ́s.
ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs ᴇs, ᴇɴ ʀᴇsᴜᴍᴇɴ, ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴘᴇʀᴍɪᴛɪᴍᴏs ϙᴜᴇ ᴇ́ʟ ᴏʙʀᴇ ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇ́s ᴅᴇ ɴᴏsᴏᴛʀᴏs ᴘᴏʀϙᴜᴇ ɴᴏs ᴅᴀᴍᴏs ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ᴅᴇ ϙᴜᴇ ᴇ́ʟ ɴᴏs ᴄʀᴇᴏ́ ʏ ᴀ ᴇ́ʟ ɴᴏs ᴅᴇʙᴇᴍᴏs ᴇɴ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ʏ ᴀʟᴍᴀ
ɴᴏ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴇs ғᴀ́ᴄɪʟ ᴀᴍᴀʀ ᴀ ʟᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs, ᴇʟ ᴘᴇʀᴅᴏ́ɴ ʏ ʟᴀ ғɪᴅᴇʟɪᴅᴀᴅ, ғᴏʀᴍᴀɴ ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇʟ ᴘʀᴏᴄᴇsᴏ ᴅᴇ ᴍᴀɴᴛᴇɴᴇʀsᴇ ᴇɴ ᴄᴏᴍᴜɴɪᴏ́ɴ ᴘʟᴇɴᴀ ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ʏ ʟᴀ ʟᴜᴢ ᴅᴇ ᴅɪᴏs.
_ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴅᴇᴄɪᴅɪᴍᴏs ᴀᴍᴀʀ ᴇɴ ᴠᴇᴢ ᴅᴇ ᴏᴅɪᴀʀ, ᴅᴇᴍᴏsᴛʀᴀᴍᴏs ɴᴜᴇsᴛʀᴀ ʀᴇʟᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴄᴏɴ ᴇʟ sᴇɴ̃ᴏʀ ʏ ʀᴇғʟᴇᴊᴀᴍᴏs sᴜ ғᴜʟɢᴏʀ ᴀɴᴛᴇ ϙᴜɪᴇɴᴇs ɴᴏs ʀᴏᴅᴇᴀɴ._
«ᴅɪᴏs ᴇs ʟᴜᴢ, ʏ ɴᴏ ʜᴀʏ ɴɪɴɢᴜɴᴀ ᴛɪɴɪᴇʙʟᴀ ᴇɴ ᴇ́ʟ»
_(1 ᴊᴜᴀɴ 1:5)._
_ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴅᴇᴄɪᴅɪᴍᴏs ᴀᴍᴀʀ ᴀ ʟᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs sᴇ ᴍᴜᴇsᴛʀᴀ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ ᴄᴏ́ᴍᴏ ᴇs ᴅɪᴏs._
ᴘᴇʀᴍɪᴛᴇ ϙᴜᴇ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs ʟʟᴇɴᴇ ʜᴏʏ ᴛᴜ ᴠɪᴅᴀ. ᴀ́ʙʀᴇʟᴇ ᴛᴜ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ.
ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀ ᴠᴀᴄɪᴀʀ ᴛᴜ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴀɴɢᴜsᴛɪᴀs ʏ ᴘʀᴇᴏᴄᴜᴘᴀᴄɪᴏɴᴇs ᴘᴀʀᴀ ϙᴜᴇ ᴅɪᴏs ᴛᴇ ʟᴏ ʟʟᴇɴᴇ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ ʏ ᴇsᴘᴇʀᴀɴᴢᴀ ᴇɴ ᴄᴀᴅᴀ ᴅɪ́ᴀ .`` *ᴅɪᴏs ᴛᴇ ʙᴇɴᴅɪɢᴀ .ʙᴜᴇɴᴀs ɴᴏᴄʜᴇs.🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍🩷🤍
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¡Dios les bendiga!
Viernes 20 de Diciembre 2024
«Tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido». Sal 51.17
EL PROCESO DE QUEBRANTAMIENTO (2)
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El quebrantamiento lleva a la bendición. Para recibir una doble porción del espíritu de Elías; Eliseo, que era un agricultor, tuvo que romper y quemar su arado. Para demostrar su amor por Jesús, María abrió su frasco de perfume caro y lo derramó sobre Él. Para derrotar a los ejércitos de Madián, los trescientos soldados de Gedeón rompieron sus cántaros, y, por ende, la luz de sus antorchas se hizo visible y se convirtieron en blancos. La verdad es que Dios tiene que rompernos en áreas distintas para poder usarnos. ¿En qué áreas? Malos hábitos. Terquedad. Egos inflados. Malos pensamientos. Miedos incapacitantes. Prejuicios secretos. Ambiciones equivocadas. La lista es interminable. Si estás mirando hacia el este, no irás al oeste, así que Dios tiene que redirigirte. A veces eso requiere disciplina. Y eres tú, no Dios, quien determina la duración y el alcance de esa disciplina. «Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella» (Heb 12.11 NTV). Los que somos padres entendemos esto. Un hijo se desmoronará llorando, mientras que el otro nos desafiará. ¡Dios hará lo que sea necesario para quebrantar nuestra autosuficiencia! Pablo escribe: «Que Dios… los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Ts 5.23). Nota que tu cuerpo es lo último en orden de transformación. Como espíritus regenerados que vivimos en cuerpos no regenerados, siempre lucharemos contra la carne. ¿Cuál es el secreto para la victoria? ¡El quebrantamiento y rendirnos!
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¡Dios les bendiga!
Viernes 20 de Diciembre 2024
«Tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido». Sal 51.17
EL PROCESO DE QUEBRANTAMIENTO (2)
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El quebrantamiento lleva a la bendición. Para recibir una doble porción del espíritu de Elías; Eliseo, que era un agricultor, tuvo que romper y quemar su arado. Para demostrar su amor por Jesús, María abrió su frasco de perfume caro y lo derramó sobre Él. Para derrotar a los ejércitos de Madián, los trescientos soldados de Gedeón rompieron sus cántaros, y, por ende, la luz de sus antorchas se hizo visible y se convirtieron en blancos. La verdad es que Dios tiene que rompernos en áreas distintas para poder usarnos. ¿En qué áreas? Malos hábitos. Terquedad. Egos inflados. Malos pensamientos. Miedos incapacitantes. Prejuicios secretos. Ambiciones equivocadas. La lista es interminable. Si estás mirando hacia el este, no irás al oeste, así que Dios tiene que redirigirte. A veces eso requiere disciplina. Y eres tú, no Dios, quien determina la duración y el alcance de esa disciplina. «Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella» (Heb 12.11 NTV). Los que somos padres entendemos esto. Un hijo se desmoronará llorando, mientras que el otro nos desafiará. ¡Dios hará lo que sea necesario para quebrantar nuestra autosuficiencia! Pablo escribe: «Que Dios… los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Ts 5.23). Nota que tu cuerpo es lo último en orden de transformación. Como espíritus regenerados que vivimos en cuerpos no regenerados, siempre lucharemos contra la carne. ¿Cuál es el secreto para la victoria? ¡El quebrantamiento y rendirnos!
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