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43) RESUMEN CONCENTRACIÓN SEVILLA SÁBADO 6 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Una vez más, PAS salió a la calle.
Éramos pocos, pero con la fuerza de muchos, con nuestras camisetas y nuestras pancartas bien visibles, recordando que la verdad, aunque sea silenciada, nunca muere. Y allí estaba también nuestro Fonso, como siempre, en lo más alto, acompañándonos como símbolo de constancia.
Al poco de llegar, apareció un grupo de tunos jóvenes. Con alegría les pedimos hacernos una foto juntos, como gesto de unión y simpatía. Pero ellos, con prisas y cierta incomodidad, se excusaron diciendo que no querían "posicionarse". Nos sorprendió: no era política lo que llevamos en el pecho, sino conciencia ciudadana, simple deseo de defender lo que es de todos. Sin embargo, su negativa nos dio aún más motivos para seguir: si tantos jóvenes tienen miedo a mirar de frente, es señal de que nuestro mensaje es necesario. Su rechazo no nos desanimó; al contrario, nos recordó la importancia de despertar conciencias adormecidas.
Poco después, se acercaron dos policías nacionales. Con sus cámaras al pecho nos saludaron cordialmente y nos preguntaron cuántos éramos. Les explicamos que estábamos dentro de la legalidad, y el trato fue amable, cercano. Un ejemplo de que aún en medio del control, siempre puede haber humanidad y respeto.
Durante la jornada hubo momentos que nos llenaron de esperanza. Algunos jóvenes, al pasar, se detuvieron a mirar las pancartas con atención; vimos en sus ojos que algo les hacía pensar. Una señora se interesó por el euro digital, preguntando cómo afectaría a su vida. La conversación fue breve pero significativa: cada persona que escucha y se plantea dudas es una semilla plantada.
Comentamos también la importancia de nuevas pancartas más claras, más directas, que conecten los puntos que muchos aún no ven. Y coincidimos en que debemos seguir denunciando la manipulación, el miedo que intentan sembrar, y proponer mensajes simples que inviten a reflexionar: “¿Y tú qué vas a hacer?”
Puede que algunos nos den la espalda, como hicieron los tunos. Puede que otros pasen de largo sin decir palabra. Pero siempre hay alguien que se detiene, que lee, que pregunta, que despierta un poco. Y por esa sola persona, ya merece la pena salir.
Porque Pancartas Amarillas no es política, no es ideología, no es partido. Somos ciudadanos comunes que no aceptamos el silencio. Y aunque a veces parezca que caminamos contra corriente, sabemos que la verdad acaba abriéndose camino, como el agua que busca siempre su cauce.
Así que este sábado, entre camisetas amarillas, miradas curiosas y hasta negativas que nos enseñan, confirmamos lo que siempre decimos: no estamos solos, ni lo estaremos nunca mientras haya quienes se atrevan a decir la verdad en voz alta.