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https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC3364648/
AUTISMO Y VACUNAS
Aquí os dejo este estudio que vincula la regresión autista con las vacunas del calendario vacunal infantil. No les queda más remedio que explicar que hay una predisposición genética aunque el gen más común (que más se da) asociado con el autismo solo aparece en el 4% de la población.
Claramente no hay una base genética significativa que vincule el autismo con la herencia genética. De hecho, según estudios en Japón, muchos de los niños con autismo tenían alteraciones genéticas de novo, es decir, no heredadas de sus padres. Esta alteración puede haberse producido en los gametos (óvulo o espermatozoide) de los progenitores debido, entre otras cosas, a la modificación genética que producen las vacunas en los gametos. Recordemos que la mayoría incorporan cadenas de ADN o ARN de supuestos virus.
La causa probable es la sobredosis de veneno inoculado en las vacunas que produce una inflamación cerebral que no se resuelve, especialmente cuando se usa apiretal para bajar la fiebre (algo que siempre se recomienda desde los servicios sanitarios). Recordemos que el apiretal es un derivado del alquitrán de huya, que actúa sobre los receptores CB1 y CB2 (sistema endocanabinoide) y que es equivalente a que el bebé se fume un par de porros pero con una toxicidad que es incapaz de eliminar.
Y sí, la toxicidad de los metales pesados incluidos en las vacunas, especialmente el aluminio (potente neurotóxico) es parte del problema y como se deposita en el cerebro y es difícil de expulsar el niño acaba con regresión autista.
Algunos me preguntan qué vacuna es menos agresiva y yo siempre repito que todas son veneno y que la única vacuna buena es la que no se le pone.
BY HealthBest Juan Zaragoza
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