No: no quiero nada.
Ya dije que no quiero nada.
¡No me vengan con conclusiones!
La única conclusión es morir.
¡No me vengan con estéticas!
¡No me hablen de moral!
¡Aparten de aquí la metafísica!
No me pregonen sistemas completos, no me alineen conquistas
De las ciencias (¡de las ciencias, Dios mío, de las ciencias!)—
¡De las ciencias, de las artes, de la civilización moderna!
¿Qué mal hice a todos los dioses?
¡Si poseen la verdad, guárdensela!
Soy un técnico, pero tengo técnica sólo dentro de la técnica.
Fuera de eso soy loco, con todo el derecho a serlo.
Con todo el derecho a serlo, ¿oyeron?
¡No me fastidien, por amor de Dios!
¿Me querían casado, fútil, cotidiano y tributable?
¿Me querían lo contrario de esto, lo contrario de cualquier cosa?
Si yo fuese otra persona, les daría a todos gusto.
¡Así, como soy, tengan paciencia!
¡Váyanse al diablo sin mí,
O déjenme que me vaya al diablo solo!
¿Para qué hemos de ir juntos?
¡No me toquen en el brazo!
No me gusta que me toquen en el brazo. Quiero estar solo,
¡Ya dije que soy un solitario!
¡Ah, que fastidio querer que sea de la compañía!
Oh cielo azul —el mismo de mi infancia—,
¡Eterna verdad vacía y perfecta!
¡Oh suave Tajo ancestral y mudo,
Pequeña verdad donde el cielo se refleja!
¡Oh amargura revisitada, Lisboa de antaño de hoy!
¡Nada me das, nada me quitas, nada eres que yo me sienta!
¡Déjenme en Paz! No tardo, yo nunca tardo…
¡Y mientras tarda el Abismo y el Silencio quiero estar solo!
Fernando Pessoa
Ya dije que no quiero nada.
¡No me vengan con conclusiones!
La única conclusión es morir.
¡No me vengan con estéticas!
¡No me hablen de moral!
¡Aparten de aquí la metafísica!
No me pregonen sistemas completos, no me alineen conquistas
De las ciencias (¡de las ciencias, Dios mío, de las ciencias!)—
¡De las ciencias, de las artes, de la civilización moderna!
¿Qué mal hice a todos los dioses?
¡Si poseen la verdad, guárdensela!
Soy un técnico, pero tengo técnica sólo dentro de la técnica.
Fuera de eso soy loco, con todo el derecho a serlo.
Con todo el derecho a serlo, ¿oyeron?
¡No me fastidien, por amor de Dios!
¿Me querían casado, fútil, cotidiano y tributable?
¿Me querían lo contrario de esto, lo contrario de cualquier cosa?
Si yo fuese otra persona, les daría a todos gusto.
¡Así, como soy, tengan paciencia!
¡Váyanse al diablo sin mí,
O déjenme que me vaya al diablo solo!
¿Para qué hemos de ir juntos?
¡No me toquen en el brazo!
No me gusta que me toquen en el brazo. Quiero estar solo,
¡Ya dije que soy un solitario!
¡Ah, que fastidio querer que sea de la compañía!
Oh cielo azul —el mismo de mi infancia—,
¡Eterna verdad vacía y perfecta!
¡Oh suave Tajo ancestral y mudo,
Pequeña verdad donde el cielo se refleja!
¡Oh amargura revisitada, Lisboa de antaño de hoy!
¡Nada me das, nada me quitas, nada eres que yo me sienta!
¡Déjenme en Paz! No tardo, yo nunca tardo…
¡Y mientras tarda el Abismo y el Silencio quiero estar solo!
Fernando Pessoa
La ansiedad, la angustia, el temor revelan nuestra vulnerabilidad. Hemos tenido que aprender a soportarlos y a convivir con ellos. Pero la rebelde naturaleza humana rechaza esa táctica apaciguadora. No le ha bastado al hombre con protegerse, con resignarse al miedo o con ejecutar, como los animales, las respuestas al temor prefijadas por la naturaleza: la huida, el ataque, la inmovilidad, la sumisión. Ha querido también sobreponerse al temor. Actuar como si no lo tuviera. Todo el mundo conoce la anécdota del mariscal de Turenne, conocido por su valor. Antes de entrar en combate, sintiendo que temblaba de miedo, se dijo: «¿Tiemblas, cuerpo mío? Pues más temblarías si supieras dónde te voy a meter». Valiente no es el que no siente miedo —ése es el impávido, el insensible—, sino el que no le hace caso, el que es capaz de cabalgar sobre el tigre. «Courage is grace under pressure», dijo Hemingway. Valor es mantener la gracia, la soltura, la ligereza, estando bajo presión. Pero esta llamada ascendente puede tal vez hundirnos más en la negrura, porque ¿cómo se puede esperar de mí que sea valeroso si mi corazón está roído, debilitado, vampirizado por el miedo?
Anatomía del miedo
José Antonio Marina Torres, 2006
Anatomía del miedo
José Antonio Marina Torres, 2006
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LA TORTUGA ROJA
Michaël Dudok de Wit
Francia, 2016
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Francia, 2016
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¡Lindo sábado a todos en este canal!
Cuando en el alma de personas especialmente dotadas y delicadamente organizadas despunta la conciencia de su diversidad, cuando estas personas, como todo genio, rompen la vana ilusión de la unidad de la personalidad y se sienten como seres multipartitos, como un manojo de muchos yos, basta que exterioricen este sentimiento para que inmediatamente la mayoría los encierre, llame a la ciencia en busca de ayuda, diagnostique esquizofrenia y proteja a la humanidad para que no tenga que escuchar de boca de estos infelices una llamada de la verdad.
Herman Hesse
Herman Hesse
Un día, un buen amigo me dijo que había leído algo sobre los gatos -no recuerdo sí me mencionó el autor-, lo cierto era que los poetas, encarnan en gatos. Hoy, vi este video y pensé en eso, además pase unas semanas visitando al gato de unos amigos que estaban de viaje y bueno, en efecto, son hermosos.