Capítulo 1 “Por accidente” Sonido de alarma Rin...rin...rin...rin.
Con el molesto ruido de la alarma a las 6:15 de la mañana comienzan usualmente siempre mis días es como un bucle estático de tiempo, no ocurre nada fuera de lo común en esta rutina, luego de casi veinte minutos que suena la alarma es que me levanto, ah........ espera sé que debe parecerte extraño que alguien hablé sin presentarse:
Mi nombre es Lucian, tengo 16 años y voy a la preparatoria Sky, muy conocida por su riguroso plan de estudios y profesores de élite, soy el típico chico malo por decirlo de algún modo, mi pelo es negro, me lo recojo con una cola, además tengo dos pendientes en la orejas, el de la derecha es un dormilón de cara ancha dorada y el otro es una argolla con un crucifijo de color dorado, mi estatura es de aproximadamente 175 cm, mi color favorito es el azul, lo que más amo son mis ojos rojos carmín. Creo que con esto ya puedes hacerte una idea mejor de mí ¿verdad?.
Bueno pues comencemos el día a levantarse, tomaré mi toalla y al baño se ha dicho, a darse una buena ducha para lucir espléndido, luego a cepillarse los dientes, colocarse el uniforme y tachán señores delante del espejo puedo ver un galán de primera. Ahora bajaré la escaleras y descubriré lo que me espera de desayuno.
Lucian: ¿Ya está listo el desayuno?
Mamá de Lucian: Sí, hoy tenemos para arrancar el día unas tostadas de pan con mantequilla, tocineta y un delicioso jugo de mango.
Lucian: Espectacular mamá - dice el joven con tono alegre y cara acordé al sentimiento que le genera la plática con su madre y el desayuno que iba a degustar.
Madre de Lucian: — Que lo disfrutes.
Luego de consumir el desayuno me dirigí de nuevo al baño, enjuagué mi boca, me quedé mirando el espejo del baño mientras me deleitaba con mi magnífica figura y terminé de peinarme, volví a bajar las escaleras, tomé mi mochila y me dirigí a la escuela, un lugar en el cual me transformo por completo.
Ding Dong Ding, Ding Dong Ding el sonido del timbre anunciaba la entrada a las aulas y el comienzo del suplicio ¿Quién habrá inventado las clases? Las odio.
A los segundos de haber tocado el timbre entra el profesor.
Profesor: — Buenos días clase, en breve comenzaremos a pasar lista y la clase de hoy.
Clase: Buenos días, profesor – respondieron a coro todos excepto el antisocial del aula o sea yo.
El profesor pasó la lista y solo faltaba una persona, Caroline la chica más popular de la clase que siempre llega tarde, es como si tuviera un pacto con el tiempo para buscarse problemas por su impuntualidad.
De pronto por los pasillos se sienten unos pasos que cada vez se perciben más cerca y fuertes, hasta que se detienen, de pronto se abre la puerta y hace acto de presencia la chica que no es capaz de llegar temprano, la que antes les mencionaba.
Caroline: — Buenos días profesor, ¿Cree que pueda incorporarme a la clase? – pregunta poniendo una cara que inspiraba bastante lástima.
Profesor: — Buenas tardes Caroline, sí, puede pasar, pero después de clases te quedas a hacer la limpieza como castigo por tu llegada tarde – indica el profesor con tono grave en su voz y enfado.
Realmente parece una chica tonta y descuidada, pero apesar de su apariencia siempre saca buenas notas y tiene un arte, por decirlo de alguna manera, de hablar y entablar relaciones interpersonales impresionante, pero jamás hemos cruzado palabra alguna, nuestros mundos son muy distantes.
Ding Dong Ding, Ding Dong Ding suena el timbre poniéndole fin al primer período de clases y anunciando el receso.
Todos salen como locos corriendo para llegar a la cafetería, como si su vida dependiera de ello, en cambio, yo me tomo mi calma siempre para llegar, me da igual lo que pueda alcanzar, lo importante es comer algo ¿verdad?.
Al llegar a la cafetería me encuentro con una escena un poco inusual, alrededor de Caroline hay como dos chicos de tercer año proponiéndole que los acompañara a dar una vuelta, para poder conocerse mejor, en su rostro se podía percibir que la estaban molestando y trataba de rechazarlos con bastante educación, pero
Capítulo 1 “Por accidente” Sonido de alarma Rin...rin...rin...rin.
Con el molesto ruido de la alarma a las 6:15 de la mañana comienzan usualmente siempre mis días es como un bucle estático de tiempo, no ocurre nada fuera de lo común en esta rutina, luego de casi veinte minutos que suena la alarma es que me levanto, ah........ espera sé que debe parecerte extraño que alguien hablé sin presentarse:
Mi nombre es Lucian, tengo 16 años y voy a la preparatoria Sky, muy conocida por su riguroso plan de estudios y profesores de élite, soy el típico chico malo por decirlo de algún modo, mi pelo es negro, me lo recojo con una cola, además tengo dos pendientes en la orejas, el de la derecha es un dormilón de cara ancha dorada y el otro es una argolla con un crucifijo de color dorado, mi estatura es de aproximadamente 175 cm, mi color favorito es el azul, lo que más amo son mis ojos rojos carmín. Creo que con esto ya puedes hacerte una idea mejor de mí ¿verdad?.
Bueno pues comencemos el día a levantarse, tomaré mi toalla y al baño se ha dicho, a darse una buena ducha para lucir espléndido, luego a cepillarse los dientes, colocarse el uniforme y tachán señores delante del espejo puedo ver un galán de primera. Ahora bajaré la escaleras y descubriré lo que me espera de desayuno.
Lucian: ¿Ya está listo el desayuno?
Mamá de Lucian: Sí, hoy tenemos para arrancar el día unas tostadas de pan con mantequilla, tocineta y un delicioso jugo de mango.
Lucian: Espectacular mamá - dice el joven con tono alegre y cara acordé al sentimiento que le genera la plática con su madre y el desayuno que iba a degustar.
Madre de Lucian: — Que lo disfrutes.
Luego de consumir el desayuno me dirigí de nuevo al baño, enjuagué mi boca, me quedé mirando el espejo del baño mientras me deleitaba con mi magnífica figura y terminé de peinarme, volví a bajar las escaleras, tomé mi mochila y me dirigí a la escuela, un lugar en el cual me transformo por completo.
Ding Dong Ding, Ding Dong Ding el sonido del timbre anunciaba la entrada a las aulas y el comienzo del suplicio ¿Quién habrá inventado las clases? Las odio.
A los segundos de haber tocado el timbre entra el profesor.
Profesor: — Buenos días clase, en breve comenzaremos a pasar lista y la clase de hoy.
Clase: Buenos días, profesor – respondieron a coro todos excepto el antisocial del aula o sea yo.
El profesor pasó la lista y solo faltaba una persona, Caroline la chica más popular de la clase que siempre llega tarde, es como si tuviera un pacto con el tiempo para buscarse problemas por su impuntualidad.
De pronto por los pasillos se sienten unos pasos que cada vez se perciben más cerca y fuertes, hasta que se detienen, de pronto se abre la puerta y hace acto de presencia la chica que no es capaz de llegar temprano, la que antes les mencionaba.
Caroline: — Buenos días profesor, ¿Cree que pueda incorporarme a la clase? – pregunta poniendo una cara que inspiraba bastante lástima.
Profesor: — Buenas tardes Caroline, sí, puede pasar, pero después de clases te quedas a hacer la limpieza como castigo por tu llegada tarde – indica el profesor con tono grave en su voz y enfado.
Realmente parece una chica tonta y descuidada, pero apesar de su apariencia siempre saca buenas notas y tiene un arte, por decirlo de alguna manera, de hablar y entablar relaciones interpersonales impresionante, pero jamás hemos cruzado palabra alguna, nuestros mundos son muy distantes.
Ding Dong Ding, Ding Dong Ding suena el timbre poniéndole fin al primer período de clases y anunciando el receso.
Todos salen como locos corriendo para llegar a la cafetería, como si su vida dependiera de ello, en cambio, yo me tomo mi calma siempre para llegar, me da igual lo que pueda alcanzar, lo importante es comer algo ¿verdad?.
Al llegar a la cafetería me encuentro con una escena un poco inusual, alrededor de Caroline hay como dos chicos de tercer año proponiéndole que los acompañara a dar una vuelta, para poder conocerse mejor, en su rostro se podía percibir que la estaban molestando y trataba de rechazarlos con bastante educación, pero
The public channel had more than 109,000 subscribers, Judge Hui said. Ng had the power to remove or amend the messages in the channel, but he “allowed them to exist.” Select “New Channel” When choosing the right name for your Telegram channel, use the language of your target audience. The name must sum up the essence of your channel in 1-3 words. If you’re planning to expand your Telegram audience, it makes sense to incorporate keywords into your name. Joined by Telegram's representative in Brazil, Alan Campos, Perekopsky noted the platform was unable to cater to some of the TSE requests due to the company's operational setup. But Perekopsky added that these requests could be studied for future implementation. Add the logo from your device. Adjust the visible area of your image. Congratulations! Now your Telegram channel has a face Click “Save”.!
from us