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una sutil y encantadora sonrisa en su rostro, me dirigió un saludo agitando su mano derecha, mientras su rostro descansaba apoyado sobre la palma de su mano contraria. Sencillamente la miré un segundo más y volví mi cabeza hacia el frente, me tumbé sobre la mesa rodeando mi rostro con las manos creo que para ocultar mi cara de vergüenza y mantener mi serenidad por fuera claro.
Mi estado mental era el siguiente
Me miró, esto es malo, serás imbécil, me decía a mí mismo, pensará que soy un depravado al estarla mirando absorto tanto tiempo, mi yo mental corría de un lado a otro y no sabía que hacer, se golpeaba como un tonto con sus propias manos, conclusiones estado mental cero.
Bueno después de eso llegó el horario del almuerzo me subí al techo de la escuela, que es un buen lugar para estar solo, lo digo porque para llegar hay que pasar por una ventana ya que la puerta está clausurada, es un escondite para mi también ya que en ocasiones lo uso para escribir en la escuela y para disfrutar de la gratificante tranquilidad del lugar.
Me dispuse a sentarme para comer, pero para mí sorpresa, un ruido estrepitoso impidió que consumara el hecho.
Al mirar hacia la ventana ví en el suelo sentada y frotándose la cabeza por el golpe que se había dado a Caroline. Al verla dije:
Lucian: — ¿Caroline?¿Qué.......haces........aquí? –pregunté un poco desconcertado
Caroline: — Antes que nada quería disculparme por asustarte.
Lucian: — No te preocupes no me asustaste – dije, pero la verdad es que casi me mata de un infarto – Por cierto no tienes que disculparte por todo.
Caroline: — Lo siento – dijo mientras se rascaba la cabeza con expresión de vergüenza.
Lucian: — Vez ya lo hiciste de nuevo, parece un hábito tuyo esta conducta, pero bueno dejemos eso de lado – dije para lanzar una interrogante que realmente me intrigaba– Por cierto¿Qué haces aquí? ¿Me vienes a espiar? ¿Es alguna manera de acoso?
Caroline — No para nada te espío o te acoso, me ves cara de ese tipo de personas – dijo poniéndose totalmente roja su cara– te seguí para devolverte tu pañuelo, tonto.
Lucian — Ah era para eso pues muchas gracias por tomarte la molestia – al terminar esa frase tuve que reírme.
La cara de Caroline era de lo más chistosa era una mezcla entre vergüenza y enfado que no tenía comparación, sus mejillas blancas, rojizas por la situación y los pucheritos que hacía con sus labios carmín eran súper chistosos.
Caroline: —¿De qué te ríes? – preguntó
Lucian: — De tu cara.... Es .....muy ..... graciosa – hacía pausas en mi respuesta porque la risa me entrecortaba la respiración.
Caroline se acercó adonde estaba parado y me acestó unos golpecitos en el pecho con sus puños cerrados y gritaba:
Caroline: — ¡Idiota!, ¡Idiota ya para de reírte!
Al detenerme a mirar por un momento la escena me di cuenta de que era más pequeña que yo me quedaba su cabeza por debajo de mi mentón. Me saltó como una chispa en la cabeza, una pregunta:
“¿Y si la rodeo con mis brazos ahora que pasaría? Veamos el resultado
La abracé sin meditarlo mucho, de momento se quedó quieta como confundida entre mis brazosy acto seguido me empujó con sus delicadas manos, al echarse atrás dijo:
Caroline: — ¿Eres tonto?¿Por qué haces eso? Toma tu pañuelo – dijo mientras lo aventaba contra mi cuerpo inmóvil y al mismo tiempo corría para introducir su cuerpo por la ventana y volver al interior de la escuela.
@Elioliva07
BY ✨"Mi rincón literario "✨
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