Muy buenos días mis Guerreros de Dios☀️🌷🦋☺️☕🥛🧀🥪(Mc 6,14-29) "El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: “Es Juan el Bautista que ha resucitado, por eso se manifiestan en él poderes milagrosos”. Otros afirmaban: “Es Elías”. Y otros: “Es un profeta como los antiguos”. Pero Herodes, al oír todo esto, decía: “Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado”. Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado, pues Juan decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”. Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Su hija, también llamada Herodías, salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”. Y le aseguró bajo juramento: “Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”. Ella fue a preguntar a su madre: “¿Qué debo pedirle?” “La cabeza de Juan el Bautista”, respondió ésta. La joven volvió rápidamente a donde estaba el rey y le hizo este pedido: “Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. Mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. Fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y ésta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron". Herodes, tiene curiosidad de quién es Jesús, pero a la vez siente temor, pues su conciencia le reclama el haber mandado a asesinar a Juan el Bautista. Este asesinato lo cometió al dejarse llevar por sus bajas pasiones, prepotencia y fanfarronería, haciendo un juramento lleno de estupidez y necedad, embrutecido por el licor, oportunidad que aprovechó su mujer Herodías. Manipuló a su hija y dejó salir todo su odio hacia Juan el Bautista, pidiendo su muerte. La hija no se opone a tan horrible crimen y simplemente sigue el desenfreno de sus padres. Los invitados se hacen parte de este monstruoso pecado: ninguno fue capaz de detener esta desgracia, simplemente callan, se hacen cómplices de la muerte de un inocente. Éste es el precio que debe pagar Juan por asumir su llamado a ser profeta, anunciando su mensaje de salvación y llamado a la conversión, denunciando todo aquello que va contra el amor y la voluntad de Dios. Y nosotros, de qué parte estamos? Cómo está nuestra conciencia? Somos capaces de vivir nuestra dimensión profética adquirida en el bautismo? O somos como Herodes, Herodías, su hija, o como los invitados que callan ante el mal, las injusticias y el pecado? Pidamos la gracia al Señor de mantenernos siempre en su presencia, evitando el pecado y viviendo en el amor. Que nuestros pensamientos, palabras y acciones reflejen nuestra pertenencia a Él. Que Papá Dios nos bendiga y apurruñe.☺️🙏🏽❤️🇻🇪Hna. Lorena Perata,pddm.Ig@lorena_perata
Muy buenos días mis Guerreros de Dios☀️🌷🦋☺️☕🥛🧀🥪(Mc 6,14-29) "El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: “Es Juan el Bautista que ha resucitado, por eso se manifiestan en él poderes milagrosos”. Otros afirmaban: “Es Elías”. Y otros: “Es un profeta como los antiguos”. Pero Herodes, al oír todo esto, decía: “Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado”. Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado, pues Juan decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”. Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Su hija, también llamada Herodías, salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”. Y le aseguró bajo juramento: “Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”. Ella fue a preguntar a su madre: “¿Qué debo pedirle?” “La cabeza de Juan el Bautista”, respondió ésta. La joven volvió rápidamente a donde estaba el rey y le hizo este pedido: “Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. Mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. Fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y ésta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron". Herodes, tiene curiosidad de quién es Jesús, pero a la vez siente temor, pues su conciencia le reclama el haber mandado a asesinar a Juan el Bautista. Este asesinato lo cometió al dejarse llevar por sus bajas pasiones, prepotencia y fanfarronería, haciendo un juramento lleno de estupidez y necedad, embrutecido por el licor, oportunidad que aprovechó su mujer Herodías. Manipuló a su hija y dejó salir todo su odio hacia Juan el Bautista, pidiendo su muerte. La hija no se opone a tan horrible crimen y simplemente sigue el desenfreno de sus padres. Los invitados se hacen parte de este monstruoso pecado: ninguno fue capaz de detener esta desgracia, simplemente callan, se hacen cómplices de la muerte de un inocente. Éste es el precio que debe pagar Juan por asumir su llamado a ser profeta, anunciando su mensaje de salvación y llamado a la conversión, denunciando todo aquello que va contra el amor y la voluntad de Dios. Y nosotros, de qué parte estamos? Cómo está nuestra conciencia? Somos capaces de vivir nuestra dimensión profética adquirida en el bautismo? O somos como Herodes, Herodías, su hija, o como los invitados que callan ante el mal, las injusticias y el pecado? Pidamos la gracia al Señor de mantenernos siempre en su presencia, evitando el pecado y viviendo en el amor. Que nuestros pensamientos, palabras y acciones reflejen nuestra pertenencia a Él. Que Papá Dios nos bendiga y apurruñe.☺️🙏🏽❤️🇻🇪Hna. Lorena Perata,pddm.Ig@lorena_perata
"Doxxing content is forbidden on Telegram and our moderators routinely remove such content from around the world," said a spokesman for the messaging app, Remi Vaughn. How to Create a Private or Public Channel on Telegram? Earlier, crypto enthusiasts had created a self-described “meme app” dubbed “gm” app wherein users would greet each other with “gm” or “good morning” messages. However, in September 2021, the gm app was down after a hacker reportedly gained access to the user data. Telegram channels enable users to broadcast messages to multiple users simultaneously. Like on social media, users need to subscribe to your channel to get access to your content published by one or more administrators. A Telegram channel is used for various purposes, from sharing helpful content to implementing a business strategy. In addition, you can use your channel to build and improve your company image, boost your sales, make profits, enhance customer loyalty, and more.
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